¿Es usted un pensador estratégico? De hecho, y aún más relevante, ¿su jefe y las altos directivas lo perciben como tal? Al respecto, le voy a contar a continuación unas cuantas formas de mostrarle a las personas fundamentales de la empresa o comercio donde labora que usted es material idóneo para el liderazgo.
Ante todo, comunique su perspectiva. Cuando interactúe con su superior o demás líderes de la empresa, demuestre que usted tiene visión de porvenir y está bien informado. Para el efecto, diga usted, por ejemplo; en lugar de centrarse en detalles de corto plazo, busque oportunidades para ofrecer observaciones sobre el panorama general. Usar lenguaje como, “considerando el panorama de tres años de la empresa (o comercio)…” o “reflexionando sobre la trayectoria de la innovación en nuestra industria…”, usted, así demuestra tener una visión estratégica.
Acto seguido, exponga su pensamiento crítico. Ser estratégico suele implicar anticipar posibles resultados o consecuencias no deseadas y conectar los puntos que no todos perciben. Diga usted, por ejemplo; “este producto tiene el potencial de…” o “más allá de los beneficios inmediatos, nuestras ganancias a largo plazo incluyen…”. Si usted logra posicionarse regularmente como una voz analítica de la razón, los tomadores de decisiones comenzarán a confiar en sus aportes con el tiempo.
Por último, simplifique lo complicado. Los pensadores estratégicos pueden analizar situaciones complejas en términos sencillos, aunque poderosos. Para resumir temas complicados hasta lo fundamental, utilice explicaciones tales como, “en esencia, esta tecnología puede…” o “en esencia, nuestra estrategia se basa en tres pilares…”. Las analogías y metáforas también pueden darle vida a su comprensión y hacerle sobresalir ante una audiencia mucho más amplia.