Las plataformas de comunicación empleadas para implementar la estrategia de promoción concebida en el plan de marketing han evolucionado con el tiempo. Por estos días, ya no son novedad los canales digitales, sin embargo, así como las generaciones más recientes de mercadólogos deben aprender de marketing, los profesionales más curtidos en el oficio, como yo, nos vimos en la necesidad de aprender a codificar para así comprender mejor que hay detrás de tanto bullicio digital.

Para aquellos que no estén familiarizados con el asunto, el código es lo que hay detrás de todo cuanto encontramos en el entorno digital. Los sitios web, el correo electrónico, las aplicaciones y demás herramientas del susodicho contexto.

En ese orden de ideas, entender aquello que parece imposible, en realidad, no es para nada complejo. Es más, es hasta sencillo y, en mi caso, habiendo estudiado lenguajes de programación como BASIC, PASCAL y COBOL, el asunto fue como haber repasado lo gramático de algún idioma cualquiera.

Así pues, y considerando que en el porvenir el entorno digital es una constante que no tiene escapatoria, a mí se me da que, no solo los mercadólogos, sino todo el mundo en general debería aprender a codificar; hasta vos, hijo mío.

Aprender a codificar y comprender las estructuras que dan vida al entorno digital, le concederá una mejor comprensión de lo que es posible realizar de primera mano si se sabe compilar que, por lo demás, es donde yace la magia; pues el conocimiento es poder y, el poder es inspiración: para dejar de ser un mero espectador, e imaginar en cambio, todo aquello que puede usted compilar para concebir sus propias herramientas novedosas e innovadores con las cuales podrá usted cautivar al grupo objetivo que usted determine.

Por esas líneas, y retomando ya la cuestión del marketing en el entorno digital, todos los mercadólogos deberíamos conocer qué implica desarrollar un sitio web, o un formulario, o hacer algún cambio en cualquier aplicación, o en la navegabilidad de un portal o demás. Solo entonces, podrá asumir discusiones informadas sobre costos y plazos de entrega con las personas que echarán a andar o implementar las estrategias de promoción plasmadas en el plan de marketing.

Dicho conocimiento impulsará su inspiración táctica, le ahorrará costos, tiempo e inconvenientes con el cliente.