El enemigo puede estar en el espejo

De acuerdo con nuestro más reciente sondeo sobre gestión gerencial, los propietarios de las PYMES en su gran mayoría coinciden en la incertidumbre económica como la peor de entre diez amenazas para su subsistencia. Le siguen la disminución en el gasto del consumidor, los asuntos regulatorios y la carga tributaria.

Lo curioso de este panorama es que no se citó ni una sola amenaza interna, pues las que se mencionaron se atribuyeron en su totalidad a factores exógenos.

Al tratar de identificar las causas que amenazan la prosperidad de su negocio, pareciera que los empresarios no dan el mérito correspondiente a factores internos, tales como planeación deficiente. Aun cuando algunos propietarios-gerentes manifiestan cierto nivel de conciencia respecto a sus debilidades internas, éstas no son lo suficientemente reconocidas; en consecuencia, los problemas como ausencia de estrategia y visión, bajos niveles de formación empresarial y capital social inadecuado, pasan todos desapercibidos.

Si examina con detenimiento las debilidades gerenciales que conllevaron al fracaso de algún evento pasado en su organización, probablemente encontrará entre las más relevantes: Eventos externos repentinos, omisión en la atención de los intereses corporativos, apatía, errores gerenciales puntuales, y equivocaciones gerenciales recurrentes.

Esto no es tanto como para aseverar que el descalabro empresarial es responsabilidad exclusiva del propietario, en ocasiones, sencillamente el éxito es esquivo, y definitivamente es imposible evitar la toma de riesgos. Por ejemplo, es difícil culpar a alguien por expandir su negocio rápidamente previo a una caída estrepitosa del mercado.

Sin embargo, sí se les puede responsabilizar por no haber reconocido cómo ellos contribuyeron al problema. Las organizaciones pueden percibir que los impuestos, la regulación, el acceso a capital, los contratiempos en la contratación (especialmente aquella que involucra dineros públicos), y otras tantas causas externas, son los asunto primordiales a enfocar. Así pues, lo indicado para un propietario de una PYME es mantener por igual el ojo en el retrovisor.

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