‘En tiempos de transformación profunda, los aprendices heredan la tierra, mientras los sabios se encuentran bellamente equipados para tratar con un mundo que ya no existe’.

Dada la velocidad de cambio es difícil establecer modelos definidos del porvenir. No obstante, todo sugiere que nos movemos hacia un período en el que predominará la combinación de elementos de diversos estilos, ideas o posibilidades. Este período probablemente desafíe la naturaleza ‘intuitiva y determinante’ de los sistemas tradicionales de información, sistemas de control y de actuación, y establezcan un premio mayor para el aprendizaje que llega. El tradicional mecanismo, así como los entornos estáticos se han quedado relegados, como lo demuestra el fenómeno actual que afecta a negocios, industrias, gobiernos y a la sociedad en general.

Si aceptamos el cambio como norma debemos aprender a adaptar y dejar ir lo que ayer existió. En ese orden de ideas, el proceso de aprendizaje es el que se requiere en un entorno de cambios desenfrenados. Si queremos unir y controlar nuestro entorno debemos desarrollar la habilidad de descartar viejas maneras y conocimientos del mismo modo que adquirimos unos nuevos.