Aplique estas tácticas sencillas por si la rutina laboral lo tiene enredado

Nadie se salva de caer en la rutina laboral de vez en cuando. Para el efecto y en lugar de pretender superar dichos momentos, adopte un enfoque proactivo para administrar su energía. De una lectura de Amantha Imber en HBR dirigida a los fanáticos de la administración del tiempo, logré extraer estas sencillas tácticas para superar el enredo si la gestión laboral se hace rutina. A saber: 1) Relacione su propósito en un papel que pueda conservar en su escritorio como un recordatorio visual constante de por qué hace lo que hace, particularmente, cuando la gestión se torna extenuante o estresante. Puede ser, diga usted, por ejemplo; el propósito general de su trayectoria laboral (por qué ha elegido la profesión en la que se encuentra) o un micro propósito (aquello que lo motiva a realizar una gran labor en algún proyecto o tarea en particular). 2) Predisponga un espacio para darse ánimo. En mi caso, me sirve pararme frente a un espejo para reconocer en voz alta mi gestión profesional. En ese orden de ideas, tome usted cualquier mensaje de aliento, gratificación, comentario favorable o incluso hasta algún meme que lo haga sonreír y ubíquelos cerca de su escritorio o guárdelos en alguna carpeta digital. Revíselos cuando requiera percibirse revitalizado y apreciado. 3) Redacte una relación de elementos que debe descartar en su gestión. Reconozca aquellos aspectos que actualmente están absorbiendo su energía. Identifique cuáles puede dejar de hacer y relaciónelos en una lista: pueden ser determinadas personas con las que haya decidido no interactuar, hábitos de los que desea desligarse o tareas tediosas que pueden automatizarse o delegarse.

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